En mi reciente interés por el mundo del cómic cayó en mis manos una recopilación de historias, basadas muchas de ellas en cuentos populares, de uno de los grandes: “HELLBOY” de Mike Mignola.
No voy a afirmar que me diviertan las historias de corte lovecraftiano o de tipo “Frankenstein” ni que me atraigan especialmente las ilustraciones, muchas veces con cabeza de animal y con cuerpo humano, de demonios, monstruos o figuras semejantes a dinosaurios, ranas o simios. Sencillamente no son mi estilo; pero sí el de muchos amigos de mis hijos que se quedaron estupefactos ante la existencia de cómics como estos. En honor a sus gustos quiero hacer propaganda de dos de las historias que más me impactaron: “El cadáver” y “Cabezas”.