Como informábamos en nuestra entrada anterior, acabamos de poner nuestro granito de arena en la presentación de la novela de la madre de Laura Freire, activa miembro de nuestro Club de Lectura y alumna de 2ºB. Considero que en estas fechas veraniegas podría ser una buena recomendación de lectura para aquellos que os guste la novela romántica.
Este tipo de novela, tristemente hoy en día muy denostado porque ha tenido que convivir con bastante subliteratura, surge en el romanticismo anglosajón y tiene en la gran Jane Austen, en las hermanas Bronte o en Elizabeth Gaskell a sus pioneras. En su época tuvieron que superar muchas dificultades, dada su condición de mujeres, para escribir y publicar, pero sus esfuerzos fructificaron y hoy en día levantan pasión en todo el mundo. Además, el cine, la televisión (especialmente la BBC) se han encargado de difundir de manera admirable unas historias que, a pesar de los avances en la consecución de los derechos de la mujer en nuestra sociedad, seguimos paladeando con fruición.
En el siglo XX nuevas autoras anglosajonas fueron renovando el género: Victoria Holt, Laura Kinsley, Colleen McCullough, Joanna Lindsey, Helen Fielding, Stephenie Meyer,... En nuestro país, como se demostró en el interesante encuentro I Diván Romántico que tuvo lugar en A Coruña el pasado sábado, ya hay una treintena de autoras que están aportando su particular visión del género: Raquel Barco, Pilar Cabero, Patricia Sutherland, Megan Maxwell... Incluso ya existe una asociación Adarde (Asociación de Autoras Románticas de España) en la que se integra, de forma muy activa, Teresa Cameselle.
Este género romántico parte de una fórmula convencional que siendo siempre la misma -chico encuentra chica, chico pierde a chica, chico reencuentra a chica y "happy end"- sigue funcionando hoy como ayer. Respetando esa fórmula, admite un sin fin de posibilidades, lo que ha dado lugar a tantos otros subgéneros: histórica, paranormal, chic-lit, contemporánea, misterio, juvenil, erótica, acción... A pesar de que puede haber textos poco originales, muchos otros ofrecen una caracterización de personajes notable, un estilo cuidado, una reconstrucción histórica seria lo que está consiguiendo muchos lectores y, ojalá, una dignificación del género.
A las buenas pertenece la novela que hoy recomendamos de Teresa Cameselle. No todo fue mentira (Madrid: El maquinista, 2011) trata de tres historias en una, cuyo hilo conductor se va desvelando poco a poco. La primera sucede en la Inglaterra victoriana y nos sumerge en las rígidas convenciones de esa sociedad, en la que tanto pesaban los compromisos matrimoniales, establecidos desde la infancia. Una muchacha, Jordan, con ayuda de su hermana Terry, gran lectora de Jane Austen o las hermanas Bronte, se rebelará contra las normas impuestas para defender sus sentimientos. En la segunda historia viajamos hasta el Caribe y en una estupendamente ambientada isla será Terry la que encontrará el amor. Una nueva travesía nos traerá a Europa con la tercera y última historia, concretamente a nuestros conocidos paisajes gallegos. Aquí, uno de los secundarios de la segunda parte, el capitán Hamilton, conocerá a una muchacha que huye de su pasado, Coral.
Observamos como en cada nueva historia un personaje, antes secundario, busca su propio espacio, exige de la autora su propio protagonismo. Ojalá que Teresa nos siga ofreciendo más tramas que su portentosa imaginación a buen seguro ya está cocinando.
Además de con este tríptico de peripecias románticas, disfrutaréis del estilo ágil de Teresa, que ya había demostrado en su primera novela La hija del cónsul, de sus sensuales y elegantes descripciones de los encuentros de los enamorados, de su recreación de una época que tantos amamos.
¡Feliz verano y, como siempre decimos, felices lecturas!
Hola!!!! me gustó mucho tu blog, tienes otra seguirdora a partir de ahora... ;-)
ResponderEliminaraquí te dejo el mío por si te quieres unir o si tienes un ratito para leerme...
http://setratademirincon.blogspot.com
un saludo!!