En fin, que estoy contento de que me hayáis descubierto y agradecido a todos por vuestra acogida.
¿Qué? Lo pasamos bien el martes pasado, ¿no? Me contaron que algunos de vosotros os quedasteis a comer y a charlar sobre el nuevo curso degustando la cocina casera de Belén. ¡Vaya suerte! Me vinistéis a visitar un buen grupo y espero que otros lo hagáis en próximas sesiones. Ya sé que este curso habéis unificado las secciones y que habéis preferido reuniros más tiempo (una hora) en un nuevo horario de los segundos martes de cada mes. Creo que puede funcionar muy bien. De vosotros depende. Ya iremos viendo.
De momento, este curso os veo muy organizados. Sí, menuda lista de libros, con sus fechas, sus referencias... Vale, vale. Me parece bien. Pero si queréis un consejo de alguien un poco experto en esto, no perdáis la espontaneidad de los cursos pasados. Los personajes de los libros sabemos por experiencia que en esto de la lectura, cada uno sois, no ya un mundo, ... un universo. Escogéis la compañía de amigos imaginarios según vuestro estado de ánimo, vuestras aficiones, vuestras necesidades. Y eso no suele ser precisamente estable. Así que insisto que esa super lista, que ya he visto que circula por ahí, está muy bien. (No se me vayan a ofender los profes). Pero os recomiendo que en cualquier momento la cambiéis. ¿Quién dice que no nos sorprenderá alguna figura nueva, como el gran Kvote, por citar un ejemplo, que no nos encandile, de aquí a final de curso?
Así, que estad atentos a los vientos del Noroeste. Dicen los bibliometeorólogos que este otoño puede venir cargado de chubascos de imaginación. A ver si nos traen nuevos amigos a la biblio, de carne y hueso o de papel. A todos los vamos a recibir bien.
Bueno, y ahora, a devorar libros, que para eso sois miembros de mi Club de Lectura.
Os aprecia:
SOCAS
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